Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

martes, 26 de abril de 2016

Sobre usted

"En algún rincón apartado del Universo rutilante, configurado por innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro donde animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue aquel el minuto más arrogante y mendaz de la 'Historia Universal'; pero tan sólo fue un minuto. Al cabo de unas pocas respiraciones más de la Naturaleza, el astro aquel se congeló, y los animales inteligentes murieron"   
  F. Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral 

Fotografía del autor 
¿Qué es el hombre?
   Un ser que se cree mucho: cúspide de la naturaleza y del universo, jefe imperecedero de la creación, eterno capricho de un dios que se le parece. El hombre es un ente extraño y extravagante, maravilloso y exagerado por ser capaz de lo más bello y siniestro; un ser creador e imaginativo, repulsivo y voraz, la plaga que habitó el planeta y lo llenó de plástico, pero también de música y pintura. El hombre sólo entiende de sometimiento, pues tan bien aplasta como se deja aplastar, y cree que su instinto es cultura y sus motivos, razón. Algunos hombres empatizan y otros no, casi todos esclavizan y absolutamente todos se creen importantes, aunque lo nieguen. Todos creen saber, todos sufren y mueren -mientras sonríen y presumen- y todos buscan el consuelo en los brazos de su detestada especie. La del hombre es la raza que se desconoce, la que se aleja de sí... la menos cuerda de las bestias.

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