Porque el saber no muere, sino inspira...
¡Oh, musas, despertad ahora! ¡No nos abandonéis aún!

miércoles, 23 de agosto de 2017

No queda café

   No queda café que es el placer de todo hombre refinado, civilizado, amaestrado en seguir la batuta que marca el paso de nuestro escaso pensamiento, limitado por las fronteras que la geografía de los medios establece en derredor de un territorio de menguante densidad neuronal. No es pues por deferencia sino por costumbre que negamos y asentimos al son de sus tambores, galeotes ignorantes de las cadenas que nos atan los unos a los otros hasta que el barco se va a pique y aun entonces, con el agua entrando a chorros por la herida abierta a espolón en nuestras mentes, queremos seguir negando la mayor mientras truenan los tambores en canción discorde, asintiendo y negando todo a una vez, yéndonos al fondo frente a un repleto anfiteatro donde los amos disfrutan de exquisita velada. 

   La clave está en creer que sabemos lo que sabemos. De eso te convencen. ''Eres un individuo inteligente, intelividuo indivigente, por tanto sabes que el cuento que te cuento, el viejo cuento que siempre te he contado y que te arropa como canción de cuna, es cierto veraz y único. De otra manera serías tonto y yo te he engañado, digo, te habría". Tremebundo despertar, muy mala resaca, los doctores lo desaconsejan y se venden píldoras para el consecuente mareo. Por eso crees saber lo que sabes y ni pizca más, y quien te provoca a la duda es loco ignorante, infante que cree en cuentos distintos que sí lo son. Y cuanto más viejo es el remero galeote más cree en la verdad aquella, menos siente las cadenas (¿qué cadenas?) y más confunde el tam-tam que le dirige con los latidos de su voluntad.

Ulpiano Checa, 'La naumaquia' (1894)

viernes, 18 de agosto de 2017

Breve incursión en el rap


Hoy le canto al basurero que saluda por la noche
al camarero que va en bici porque no se compró un coche,
a la mum que dobla horas para cuidar de sus críos
que está separada y sola
y aun sonríe y nunca llora...

que la veas porque llora-llora-lloramos por dentro
con cada atropello terrorista por todo argumento
si son blancos es por locos, si morenos, religión;
venga míster, no me jodas, son la misma corrupción

sarampión, enfermedad que ataca a los cerebros secos
extremismo ausencia de empatía odio en sus chalecos
frustración y falta de razones para (co)existir:
lo que no tuvo esa gente es lo que te sobró a ti

Habrá ahora que escuchar a cada puñetero idiota
sentar cátedra sobre el islam en su modo patriota
feas y oxidadas marionetas de media neurona
¡los del DAESH y la industria de armamentos os gestionan!

Bájate a la frutería, mira a Ahmed a la cara
¿crees que tiene menos miedo que tú, que está majara?
¿que no ama a sus dos hijos, que no paga su café?
¿que no quiso y le dolió, que te mira y no te ve?

Somos todos igualitos, pobres individuos escindidos
reprimidos oprimidos malgastados exprimidos
atemorizados, sin saber qué pasará.
Vete y cuéntale tu chiste, dile que se vuelva a Iraq,
''pa'pagar por quienes demostraron cómo el odio abrasa
dile adiós a tu gente, abandona tu casa''

y es que no ves lerdo amigo que aquí hay sólo dos bandos:
quienes usan su cerebro
y quienes ceden los comandos.


In Memoriam:víctimas de Charlottesville y Barcelona

miércoles, 2 de agosto de 2017

Recuerdos


Nada resiste
la embestida del tiempo,
pero ésta, siempre
tarda en llegar.

Recuerdos que se agolpan
cual espíritus condenados
en los lugares que ensancharon tu alma
una vez,
abren ahora, sin violencia,
cortes profundos que volverán a sangrar.

Desaparecida ya la ofensa del cuchillo
queda el punto débil
por el que escapa mi alegría.